Descubre Pamplona
Abierta, diversa y con profundas raíces, combina la herencia de siglos con una mirada contemporánea. Aquí, cada calle, plaza o edificio cuenta una historia; cada fiesta, una emoción compartida. Descubre Pamplona desde una mirada tranquila, caminando, de forma pausada, porque Pamplona hay que vivirla.
Con dos lenguas oficiales, euskera y castellano, Pamplona-Iruña es reflejo de un territorio plural y acogedor. Palabras como eskerrik asko (muchas gracias en euskera), garrotico (dulce típico) o villavesa (autobús urbano) forman parte de una guía viva que conecta a quienes la visitan con su gente.
Es escenario de multitud de actividades culturales, sociales y deportivas derivadas de una ciudadanía dinámica, que le gusta expresarse en la calle y organiza, participa y disfruta de su centro y sus barrios de manera natural y espontánea.
La programación arranca en enero con la llegada de los Reyes Magos y continúa con los bulliciosos caldereros y coloridos carnavales. La primavera da lugar a las populares fiestas de los barrios y el 6 de julio da comienzo la fiesta de las fiestas, San Fermín. No faltan tampoco celebraciones únicas como el Privilegio de la Unión el 8 de septiembre, que conmemora la unificación de la ciudad, o la celebración de San Saturnino, patrón de Pamplona el 29 de noviembre. El 24 de diciembre, las calles se llenan de ilusión con Olentzero, el entrañable carbonero que llega cargado de regalos; y el 31 se celebra la Nochevieja con disfraces que dan la bienvenida al año nuevo.
Es precisamente el carácter acogedor y hospitalario de la gente lo que la hace especial. En resumen, una ciudad muy viva.
Mucho más que San Fermín
Pamplona es San Fermín, pero también es historia y patrimonio. Su fabuloso recinto amurallado renacentista y Ciudadela están considerados uno de los mejores conservados de Europa.
Los parques y jardines son parte de su ADN y el verde inunda el paisaje. Atraviesan la ciudad grandes rutas cicloturistas como la Eurovelo 1 y 3, o la vía verde del Plazaola permitiendo disfrutar a quien la visita, de esa fabulosa fusión entre lo rural y lo urbano.
Es la primera ciudad del Camino de Santiago y posee una catedral gótica excepcional.
Su prestigiosa gastronomía se basa en un producto local de calidad en el que destacan los productos hortícolas. Éstos se pueden degustar en los numerosos restaurantes y bares de la ciudad, y por supuesto, en los mercados.
La pelota vasca, que une deporte y tradición cuenta con gran arraigo en Pamplona-Iruña y se puede disfrutar su esencia en numerosos rincones.
Pero si de algo presume Pamplona, es de su calendario de fiestas y eventos que durante todo el año marcan el ritmo de la ciudad. Pamplona es sobre todo, cultura.
Pamplona no es una ciudad de postal. Quien descubre Pamplona pronto se da cuenta de que las cosas son como parecen y la gente también es como parece
En el año 1423 el rey Carlos III de Navarra promulgó el Privilegio de la Unión, lo que supuso la unificación de los tres antiguos burgos y la creación de la ciudad y Capital del Reino de Navarra
El Casco Antiguo, los ensanches, la Chantrea, Rochapea, Lezkairu, Iturrama, San Juan… todos ellos tienen una personalidad única y un buen ejemplo de ellos son las fiestas de los barrios que se celebran durante la primavera
Huele a hierba mojada, sus parques fluviales y su gran cantidad de zonas verdes se extienden por toda la ciudad, sus parques miran hacia los Pirineos… el verde en Pamplona no es un color, es parte de su ADN